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Todo mi ser te desea por las noches;
    por la mañana mi espíritu te busca.
Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra,
    los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.
10 Aunque al malvado se le tenga compasión,
    no aprende lo que es justicia;
en tierra de rectitud actúa con iniquidad,
    y no reconoce la majestad del Señor.

11 Levantada está, Señor, tu mano,
    pero ellos no la ven.
¡Que vean tu celo por el pueblo, y sean avergonzados;
    que sean consumidos por el fuego
    destinado a tus enemigos!

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